lunes, 28 de enero de 2008

La lengua es del pueblo y es callejera

"La lengua es del pueblo y es callejera" definió —o mejor dicho, reconoció— el mismísimo director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.
"El español, como segunda lengua, cada vez estará más en Internet que en las aulas" y "hay que dar respuesta a todas las personas que escriben en Internet o que utilizan los mensajes de móviles", continuó.
Por todo esto, con una premisa que parecería ser 'la vida evoluciona y la lengua con ella', el académico anunció que están pensado reunir en un diccionario los términos y expresiones que se usan en la comunicación abreviada de los chats, y, sobre todo, de los sms (o mensajes de texto a través de celulares).
Los sms están tan extendidos (gracias a que permiten comunicaciones rápidas y concretas, y a que son más económicos que las llamadas) que el particular uso del español que se hace a través de este medio adquiere hoy en día el estatus de un argot. Un argot que, por lo pronto, ya es retomado en otros ámbitos, como el de la publicidad.
El medio condiciona: hay que hacer ingresar mensajes enteros en menos de 160 caracteres y hay que escribir rápido. Por eso, la escritura por sms combina símbolos, letras, números, palabras abreviadas y reemplazos por aproximación fonética. Por ejemplo, "k" va en lugar de cualquier que. "A+" significa además y "a2", adiós. También pueden construirse frases enteras con esta técnica: "t8d" pretende decir te echo de menos; "5mentarios", sin comentarios. Hay otros más obvios, como, "0$", que es no tener dinero, y otros más rebuscados, como "12en." (por 12 en punto) o a2xaora (adiós por ahora).Ustedes, ¿usan estas formas abreviadas, se plegan a esta nueva convención que exige la abreviación y la simplificación fonética? ¿O se mantienen fieles al español de siempre? ¿Qué expresiones incluirían ustedes en este diccionario de expresiones abreviadas? Recibimos palabras inventadas, emoticones y expresiones locales. Y pasando a la política cultural de la Academia, ¿qué piensan de esta iniciativa? Acompáñennos a debatir estos temas aquí.
Sl2,(¡saludos!)

Editorial LibrosEnRed
Boletín de LibrosEnRed Nº 84
25 de enero de 2008

http://www.librosenred.com/


Imagen tomada de:
http://guffo.blogspot.com/

miércoles, 23 de enero de 2008

Conservando el humor


En estos días en que tanto se comenta nuestro problema limítrofe con Chile lo mejor es conservar la tranquilidad y que los señores de Corte Internacional de La Haya sean lo más justos posible. Conservemos nuestro optimismo, que los chilenos conserven lo que les corresponde, no más, y que todos conservemos la paz. Los amigos de La República que conserven su calidad periodística y que Alfredo conserve su buen humor para que los duendes de la imprenta no le hagan otra pasada como esta.

conservar. (Del lat. conservāre).
1. tr. Mantener algo o cuidar de su permanencia. U. t. c. prnl. (RAE)


jueves, 17 de enero de 2008

«En un lugar de la “Mancha”...» Procesos de control de calidad del texto, libros de estilo y políticas editoriales

Por Silvia Senz Bueno
Editora de mesa, correctora y traductora. Sabadell (Barcelona, España). silvia.senz@menta.net.

Resumen: El sector editorial ha sufrido en los últimos quince años profundas transformaciones estructurales, que han repercu­tido de forma decisiva en los procesos de producción de impresos. La concentración editorial en grandes grupos y los nuevos imperativos de productividad y competitividad que rigen las actuales políticas editoriales han dado como funesto resultado una reducción generalizada de costes y plantillas, un creciente empobrecimiento de la oferta editorial y una extrema simplificación del proceso de producción.
Excepción hecha de algunas editoriales científicas o de libro de texto, procedimientos tan necesarios como la preparación y corrección de originales, que requieren personal interno especializado, en contacto directo con el autor o el traductor, y una cierta inversión de tiempo y dinero, se realizan ya —cuando no se obvian— externamente, sin control interno alguno y sin más criterio que el que impone el libro de estilo de la casa, a menudo plagado de incongruencias y arbitrariedades.
La calidad de las obras impresas y el propio prestigio de la editorial entre sus lectores se resienten gravemente de ello, por lo que va haciéndose perentoria una actitud menos negligente entre los editores, que pasa sin duda por ingeniar y aplicar nuevos mé­todos de trabajo que respondan a criterios de excelencia y eficacia y por plantearse seriamente la creación de una norma estándar y un sello oficial de control de calidad de los procesos de edición, que restaure y avale la buena práctica editorial.
Panace@ 2005; 6 (21-22): 355-370
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miércoles, 9 de enero de 2008

Decisor

¿Quien no ha escuchado o leído alguna vez esta palabrita?, pues casi todos la hemos visto colarse por algunos textos, especialmente en aquellos que tratan sobre temas económicos y de mercadeo, es decir que la palabreja puede haber nacido por esos ámbitos y ha ido trasladándose hacia otras áreas con gran éxito. Dentro de ese contexto el decisor es aquel que decide en parte o la totalidad de la compra de determinada institución o empresa, al pasar al ámbito político se traduce como aquel que toma las decisiones dentro de los aspectos llamados importantes ya sea en el caso de la salud, educación u otro dentro de las funciones del estado, los decisores son también llamados “tomadores de decisiones” al que también se le puede reconocer como el responsable político.
Revisando el Diccionario de la Real Academia Española nos encontramos que esta palabra no existe, es decir que aún no está aceptada, solamente encontramos “decidir”, “decisorio” y “decisión”, como sigue:

decidir. (Del lat. decidĕre, cortar, resolver).

1. tr. Cortar la dificultad, formar juicio definitivo sobre algo dudoso o contestable. Decidir una cuestión.
2. tr. resolver (tomar determinación de algo). U. t. c. prnl.
3. tr. Mover a alguien la voluntad, a fin de que tome cierta determinación.

decisorio, ria. (Del lat. decīsus).

1. adj. Que tiene virtud para decidir.
□ V.
juramento decisorio

decisión. (Del lat. decisĭo, -ōnis).

1. f. Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa.
2. f. Firmeza de carácter.

Vemos aquí que lo más cercano a nuestra palabra en cuestión es “decisorio” el cual es un adjetivo. Pero, ¿de dónde sale decisor?, realmente no se sabe en qué momento se empezó a usar ni de donde vino, se cree que deriva del inglés decider que designa a una persona que física o moralmente tiene el poder de decisión, otros afirman que se trajo desde el francés décideur que en este caso es el “responsable”. En todo caso me parece pertinente el uso de este vocablo ya que además de útil ya tiene precedentes como oir-oidor, agredir-agresor o interceder-intercesor. En el campo en el cual trabajo, la salud, se usa mucho “tomador de decisiones” pero hace un tiempo se ha empezado a usar con fuerza el neologismo “decisor”, lo cual me parece válido tanto por los antecedentes como por su utilidad, claro que quienes decidirán finalmente si la palabra se queda o se va son los usuarios, puesto que el uso continuo de este vocablo hará que finalmente sea aceptado por la RAE.

martes, 8 de enero de 2008

Del panetón al panteón

Todos cometemos errores, hasta en diarios prestigiosos encontramos gazapos. Claro que pueden ser errores de digitación, pero también sabemos que el Word nos cambia una palabra por otra gracias al bendito (¿o maldito?) corrector automático. En esta ocasión les mostramos esta perla aparecida en un conocido blog de El Comercio. Bueno, no hay duda de que es un error, porque no se nos ocurriría que exista un panteón D´onofrio (¿a quiénes enterraría ahí, a mi viejo chocolate olvidado en el bolsillo del pantalón o a los panetones piratas que sí nos pueden mandar al panteón?). Hay que estar alertas, colegas, tengan cuidado y vigilen siempre a nuestro "amigo" automático, no vaya a ser que cuando escribamos una carta mandemos al panteón a la novia o a la abuelita.